Clientes agradecidos

Lunes a media tarde.... la mayoría de mis compañeros estaban fuera de la tienda haciendo servicios diversos, y sólo quedábamos en la tienda el Boss y yo. La tienda a rebosar de gente y el servicio técnico también... ya se sabe.. basta que lleven las personas avisadas para recoger sus pc's desde hace días para que todos se pongan de acuerdo en hacerlo al mismo tiempo y en el peor momento...

Y en esto que entra un cliente con su niño en el cochecito , otro niño pequeño , el perro , el portátil y una multifunción a cuestas.

Cuando le llega su turno, me planta todo encima del mostrado y casi sin mediar palabra , empieza a encender el portátil y a conectar la multifunción....me lo quedo mirando.. y casi sin decirle nada ya empieza a comentarme.
Parece ser que hace un par de días que compró la multifunción en una gran superficie, pero que no es capaz de ponerla en marcha, que cuando le está instalando le da error y no puede terminar de ponerla.
Mientras atendía al resto de la cola, iba mirando la instalación de la multifunción.
Llegado a un punto te pide conectar el aparato, y al hacerlo ya noto que no hace lo típico en estos dispositivos... que es detectarlo automáticamente y seguir la instalación... sino que va pidiendo los drivers de usb genéricos del sistema...(huy! mal rollo)

Total que no tragaba la impresora de ninguna forma. Pues nada " a reinstalar" , le dije.

¡¡ NOOO !! - Exclamó el cliente. (susto me dio por cierto..)

Parece ser que trabaja para una empresa nacional, y que entre que tiene que entregar un proyecto para YA! y que no puede borrar y reinstalar porque lo tendría que enviar a Madrid para que le pusieran el software de la empresa... pues que no se puede....

Pues ya me veis a mi.. ahí.. encima del mostrador haciéndole el servicio al cliente... mientras atendía al teléfono a otros cliente y esquivaba los dardos envenenados que lanzaba el Boss.

En un momento dado cogí la impresora y la puse en mi pc (no fuera que estuviera mal ) pero no, va como la seda...

Prueba por aquí y por allá y ya al final (media hora) después de probar todo, conseguí que el sistema le admitiera la impresora (aunque no del modo normal) pero por lo menos podía imprimir y le sacaba del apuro.

Pues nada, listo, le vendí un par de cartuchos de recambio porque para el volumen de páginas que tenía previsto hacer, no le iba a llegar la tinta.

Y tan contento que se fue.

A los 5 min. aparece por la puerta con una caja de bombones.

Un detallazo por su parte, por lo menos de alguna forma agradece el trabajo, y nuestro estomago también.. que teníamos hambre. Y la verdad es que hay que reconocer que aún sigue habiendo clientes agradecidos por ahí sueltos.


PD : No le habíamos cobrado nada por la reparación. Solo pagó los cartuchos claro está.