lunes, 17 de marzo de 2008

Por qué diria nada...

Basta que me "quejara" a la mañana de estar solo.. para que viniera el "Murphy" a tocar las narices.

Llevo un día... que no he parado (y aún me queda).

Mucho movimiento no habrá.. pero se han puesto todos de acuerdo para venir de 1 en 1.

Entra un cliente, te levantas de tu puesto, sales al mostrador, le atiendes largo y tendido, terminas, vuelves a tu puesto, te sientas, te pones a pensar que estabas haciendo... y... vuelve a entrar otro... y así llevo todo el día , y no puede ser que se hallan puesto de acuerdo para venir de esa forma...

Vamos con deciros que llevo 1 hora y media para escribir estas 10 irrisorias lineas ... haceros una idea.

Y aún me queda un par de horitas para largarme a casa.... dioxx !!


4 comentarios:

  1. Joe, eso es típico de los viernes también. Que va supertranquilo el día y cuando quedan 5 minutos para acabar la jornada laboral surge un marronazo de esos que se caga la perra! Jeje.

    ¡Ánimo!

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  2. Una buena solución podría ser instalar un tablero electrónico numerado y llamar por número al cliente (aunque halla solo uno). Te daría tiempo de terminar tus tareas, total hasta que no aparezca su número el cliente no podrá acercarse al tablero.
    Lo único que resta después es poner unos perros entrenados en la puerta del local y listo.
    ¡Es broma hombre, tomatelo tranquilo que es mejor tener muchos clientes que no tener a nadie!

    Yayuca

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  3. Suele pasar, no te preocupes jajaja.
    Yo tambien llevo un día... ufff espero que se mejore como ayer ¡¡por favor!! que aguante hay que tener.
    Pero ya queda menos ;)

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  4. Pufff, qué identificado me he sentido en esta entrada, hay muchos días en los que aunque parezca mentira desearía que no entrara nadie por la puerta!!!. No es por nada, pero cuando tengo una "session" de esas de gente que no para de entrar para preguntar tonterías, o para pedirte presupuestos que sabes que al final comprarán en la gran superficie, o incluso el típico entendido de turno que te compra un cd y de paso te cuenta su vida... en esos momentos no dejo de desear que no entre nadie más y me dejen acabar el trabajo tranquilo.

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